jueves, 24 de junio de 2010

El debate que no fue.


La noche de ayer (martes 22 de junio) se llevó a cabo el encuentro de un trámite políticamente correcto pero sustancial y formalmente inútil. No solo por el método –transmitido solo vía Internet-, sino por la calidad de los “argumentos” y la “reflexión” propuesta por todos los contendientes.

El centro de la estrategia azul fue denostar al candidato rojo. El encuentro propició una excesiva descalificación por parte de Miguel Ángel Yunes hacia la persona de Javier Duarte, al cual llamó varias veces lacayo, vasallo y corrupto. Con acusaciones contundentes y certeras era quien ponía sabor al avento.

Un Javier Duarte que poco a poco ganó aplomo y no se dejo intimidar por la sonrisa y el lenguaje corporal de su principal adversario. Pero que para desfortuna de su participación, se veía circunscrito a un strip diseñado por sus asesores –todos ellos del PRI Nacional- y evadió hasta donde pudo las provocaciones del Ángel azul. Quizá más suelto habría logrado más. Pero inteligentemente salió avante del trámite.

La principal cosecha podría llevársela Dante Delgado, quien jugo al tercero en discordia y su participación estuvo dominada por el ataque y las acusaciones a sus otros dos contendientes, e intentando mostrarse desmarcado y como una alternativa a una “lucha del poder por el poder mismo”. Dante, muy a pesar de sus propuestas generales, atinó en la crítica al gobierno federal y a su candidato en Veracruz, lo mismo que al dispendio y abuso del gobernador y de la escuadra roja en el estado.

Los perdedores, el Público y la Ciudadanía. Fuentes diversas aseguran que el tal “debate” fue escuchado por no más de 25, 000 personas en todo el estado, en tiempo real. Y solo la prensa local, adscrita a la casaca roja, tiraba línea sobre el acontecer de la justa. Para quien desde luego, Javier es el ganador y Miguel el perdedor.

La verdad es que con esa pobre audiencia, y sobre todo, la pobreza de las propuestas, que aunque las hubo, en todos los bandos, fue insuficiente para aclarar como le harán, con qué métodos podrán lograr sus pretensiones. Todos quieren el desarrollo, todos quieren empleo, todos justicia, todos democracia, pero bien a bien no quedan claras las diferencias sustanciales entre los tres candidatos.
Para mí un evento de trámite, sin sentido, por ser casi cerrado. Seguramente no tendrá mayores efectos en el ánimo electoral. Asistir o no, tuvo mas bien un valor simbólico que real.
Si el debate politico fue secuestrado en la camara, ya se imaginaran que este llamado “debate” no lo fue. Autor: Edgard Gonzalez Suarez. Fuente informativa: Alcalorpolitico.com Fecha de publicacion: Jueves 24-Junio-2010.

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