viernes, 27 de agosto de 2010

San Fernando, la comunidad que huele a muerte.

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SAN FERNANDO.- 2010-08-27 22:59:00: Los habitantes cohabitan con el olor de los 72 inmigrantes que permanecen en una caja refrigerante en una funeraria. / En la comunidad de San Fernando literalmente huele a muerte.

Dos días después del hallazgo de 72 migrantes centro y sudamericanos masacrados presuntamente por el cartel de Los Zetas, los cuerpos permanecían el jueves dentro de una caja refrigerante estacionada en una funeraria, donde se intenta mantenerlos en las mejores condiciones posibles mientras autoridades trabajan a marchas forzadas en su identificación.

Pero la caja no era capaz de retener el penetrante hedor de los cuerpos en descomposición..

El pueblo “apestaba a muerto”, describió un habitante de San Fernando, una comunidad de unos 30 mil habitantes en el estado norteño de Tamaulipas y donde en una finca cercana fueron encontrados las víctimas de la que quizá sea la mayor masacre cometida por un cartel de las drogas en una sola acción.

“Yo me vomité”, aseguró el hombre parado en una tortillería, a escasos 50 metros de la funeraria ``Valle de la Paz"", y quien junto con un amigo agradecía que la tarde del jueves hubiese caído una lluvia intensa que disipó el olor. Al menos por un rato.

Ambos, que como varios de los habitantes prefieren no identificarse por temor, amanecieron el jueves con la presencia de infantes de marina armados con fusiles de alto poder que bloquearon dos cuadras sobre la calle Zaragoza de San Fernando, la cabecera municipal y a poco más de 20 kilómetros de la finca donde murieron los migrantes que intentaban llegar a Estados Unidos.

La Marina, que halló los cuerpos de los migrantes luego de que un ecuatoriano se escapó y les narró la tragedia, montó desde la tarde-noche del miércoles un operativo para resguardar la funeraria privada que fue transformada en un servicio médico forense, al que sólo tienen acceso autoridades.

Pero los dos hombres no lo supieron hasta el jueves, cuando llegaron a la tortillería y en la que al menos uno de ellos trabaja.

“Se asusta uno, se siente feo. Ojalá y que se vayan ya"", dijo uno de ellos, quien refirió haberse enterado el miércoles de la noticia de la masacre mientras veía la televisión y que al paso de las horas del jueves comenzó a sospechar que la presencia de los marinos podría estar relacionada.

Sin ninguna leyenda que la identifique, la construcción pintada de rosa que ocupa la funeraria bien podría confundirse en un día normal con las viviendas y comercios de la zona.

Pero no ahora, cuando además de los marinos se puede ver por algunos momentos a policías federales y a empleados de la funeraria, que vestidos con trajes y máscaras protectoras se acercan hasta las puertas de la caja refrigerante donde se localizan los cuerpos.

Mientras los empleados ataviados en los trajes blancos y las botas negras de goma toman algo de la caja y la colocan en otra camioneta, innumerables moscas revolotean sobre cal esparcida en las manchas de sangre que quedaron en el piso del estacionamiento donde se encuentra la caja refrigerante.

La lluvia pasó en San Fernando y volvió el olor. Hasta ahora, nadie sabe cuanto tiempo permanecerán los cuerpos ahí. (26-Agosto-2010).

Fuente informativa: Excelsior.com.mx    //    Fuente informativa original: Agencia AP.    //    Fecha de publicación: Viernes 27 de Agosto del 2010.

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