Cuando en el mundo un pulpo y un perico son los que determinan las acciones de miles de personas, el tono del discurso de los gobernantes y las relaciones bilaterales de dos países, o una de dos, el mundo está por acabarse o finalmente la gente está aceptando que es gobernada por una bola de animales.
Considerar que una selección nacional obtuvo el triunfo porque un molusco hambriento así lo decidió, que los apostadores profesionales estén confundidos porque no saben si creerle al pulpo Paul o al perico Mani o que el mundo esté debatiendo entre si son más inteligentes los invertebrados que las aves, podrían ser los primeros indicios de que el mundo está por convertirse en el Planeta de los Simios.
Porque además estos singulares adivinadores no sólo se han convertido en las figuras del momento por realizar atinados pronósticos de los juegos del Mundial, sino que le han devuelto la esperanza de regresar a los escenarios públicos a Alberto El Caballo Rojas, a Irma SerranoLa Tigresa, a PatricioEl Pato Zambrano o a Pedro Aguayo El Perro Aguayo.
La fiebre de animales clarividentes ha invadido a todo el mundo.
En México, los pajareros de Coyoacán un poco frustrados por no haber sido los primero en poner a sus canarios a vaticinar los juegos de la Copa, están trabajando a marchas forzadas en la capacitación de sus aves para que puedan ofrecer sus servicios aunque sea como adivinadores de la liguilla.
A lo largo de la historia del mundo, los hombres más poderosos han demostrado una fascinación por la adivinación, el ocultismo, la astrología y la santería, lo cual suelen mantener en secreto, pero como en México todo puede suceder, en 1997 el entonces fiscal Pablo Chapa Bezanilla, que investigaba la muerte del diputado Manuel Muñoz Rocha, contrató los servicios de la vidente Francisca Zetina Chávez, alias La Paca para "encontrar" los supuestos restos del legislador.
La osamenta que descubrió la adivina fue una farsa y el teatro se vino abajo.
Ante semejante fracaso y lo falible que pueden resultar los videntes humanos, la producción en serie de pulpos profetas podría ser un hit.
En el fondo, todo sería más fácil si los funcionarios públicos tuvieran como coordinador de asesores a un animal, pero esta vez de verdad y no en sentido figurado.
Podría ser un loro, un perro, un gato o un chango, aunque en México muy probablemente tendrían más futuro los moluscos, ya que en el país todo se hace bajo el agua.
El Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, podría preguntarle a su asesor si alguna vez los partidos acudirán a sus tradicionales llamados nacionales a la paz, a la concordia, al análisis de la política de seguridad, a la unión de todos los mexicanos y los que se acumulen en la semana.
César Nava y Jesús Ortega podrían determinar de una forma segura cuando aliarse y cuándo no, esto por supuesto después de que el panista le pregunte a su mascota-adivina si le conviene casarse con Patylú o esto perjudicaría su imagen.
La candidatura del PRD a la presidencia en el 2012 podría ser determinada por el Pulpo-Chon quien escogería entre Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard y para los mexicanos sería mucho más creíble que algún heredero del panda "Tohui" o la orca Keiko determinara la culpabilidad de una persona en lugar de las autoridades judiciales.
Incluso un verdadero buey podría ser el que escoja para el siguiente mundial a los jugadores que formarán parte de la Selección Nacional.
De esta manera todos estarían más contentos, los contribuyentes sólo tendrían que pagar mejillones, semillas de girasol o trocitos de carne en lugar de los excesos y gastos de los múltiples asesores de gobierno.
Además, sería más difícil señalar que un inocente pescadito tiene intereses oscuros, que está manipulado por los enemigos políticos, o que el narcotráfico se infiltró en la granja de los asesores de la Policía. Publicado: Domingo 11-Julio-2010. // Autora: Vianey Esquinca. // Fuente informativa: Excelsior.com.mx
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