martes, 27 de julio de 2010

Simulacros de guerra en Guerrero: Cómo sobrevivir al narco.

ACAPULCO, Gro.- Los habitantes de Acapulco y otros poblados de Guerrero se resignan a los simulacros de balaceras en su cotidianidad..- Aproximadamente cada media hora, durante todo el día, se escucha esto en las principales estaciones de radio locales:

“¡Protéjase! ¡Actúe de inmediato y no arriesgue su vida! La Secretaría de Seguridad Pública y Protección Civil le da las siguientes recomendaciones con el fin de brindar seguridad a usted y a su familia: en caso de una alteración al orden público, si escucha detonaciones de arma de fuego cerca de donde se encuentra, conserve la calma, evite correr o gritar, inmediatamente tírese al suelo con los brazos y piernas pegadas (sic) al cuerpo cuidadosamente. Si recibe alguna instrucción de delincuentes o autoridades, obedezca fielmente. Es por su seguridad. Guerrero. Un compromiso de todos”.
Son instrucciones de guerra. Instrucciones para que los ciudadanos salven la vida en caso de quedar atrapados en medio de balaceras contra el crimen organizado. Guerrero es el primer estado del país que, a través de spots en los medios de comunicación, orienta cada día de forma masiva a sus ciudadanos para que, resignadamente, convivan con esta realidad.
Todo empezó el pasado 15 de junio a las 10:10 de la mañana: en medio de una balacera entre sicarios y militares ocurrida en Taxco, la cual dejó un saldo de 15 muertos, la radio estatal Soy Guerrero, alertaba a la gente para que no saliera a la calle ni se asomara a los balcones de sus viviendas.
Dieciocho días después, el sábado tres de julio, los guerrerenses se enteraban que recibirían adiestramiento en escuelas y lugares públicos para saber cómo reaccionar ante las constantes balaceras que ya han dejado numerosas bajas en la zona. El secretario de Educación guerrerense, José Luis González de la Vega, daba a conocer que habría simulacros de tiroteos en al menos 10 mil 200 planteles que atienden a más de un millón 200 mil alumnos de nivel básico, primaria y secundaria. La idea, dijo, es instruir a los niños y adolescentes y a sus maestros y padres para que sepan cómo reaccionar en los tiroteos.
El primer simulacro se realizó en Chilpancingo, en la escuela primaria José Martí, el primero de julio. El segundo en la escuela Juan Ruiz de Alarcón, en Taxco, un día después; el viernes dos de julio. En las fotografías de los ensayos se aprecia a niños uniformados tirados en el piso junto a sus pupitres en posición de “pecho-tierra”. Acapulco e Iguala serán las siguientes ciudades donde se realizarán estos ensayos, que se extenderán a la conflictiva región de Tierra Caliente.
Un día después del anuncio de la Secretaría de Educación local, el domingo cuatro de julio, el general de división Juan Heriberto Salinas Altés, secretario de Seguridad Pública de Guerrero, ampliaba la información y daba a conocer que los simulacros de balaceras no sólo se realizarían en las escuelas, sino que se extenderían a lugares públicos como centros comerciales. El militar reconocía que las fuerzas policiales no son suficientes para contener este tipo de violencia, por lo que el gobierno de Guerrero consideraba necesario involucrar a la población para que, ante un eventual enfrentamiento, evitara caer presa del fuego cruzado. Y sentenciaba que no había opción: “No se tiene previsto que la situación vaya a cambiar. Los tiempos de antes no volverán”.
El origen de esta decisión radical se ubica aquí, en Guerrero, el 14 de abril pasado, cuando se produjo un intenso tiroteo en plena Costera de Acapulco, zona turística por excelencia. Allí, como consecuencia de la balacera entre sicarios y efectivos de la Policía Federal, siete personas murieron. Entre las bajas colaterales estuvieron dos menores de ocho y 12 años (una niña y un niño) y su madre. Los tres viajaban en la camioneta de la mujer cuando el vehículo fue alcanzado por al menos 25 balas. Un taxista también murió y resultaron heridos dos turistas del Distrito Federal y tres lugareños.Un grupo de ciudadanos destacados de la sociedad guerrerense y acapulqueña, angustiados por la posibilidad de que las balaceras y los fuegos cruzados atraparan de nuevo a más ciudadanos, solicitaron orientación a la Secretaría de Marina. “¿Qué hacemos en casos como ésos?”, preguntó Karla Garibo Muñúzuri, presidenta del Grupo Aca (organización civil de empresarios, comerciantes, intelectuales, periodistas y notables que reúne a buena parte de los sectores sociales del lugar, y ante la cual cada proceso electoral hacen pasarela los candidatos no sólo a la alcaldía sino al gobierno de Guerrero) al almirante José Santiago Valdez Álvarez, comandante de la Cuarta Región Naval, durante una reunión que sostuvieron días después del atentado. El marino se comprometió a orientarlos. Y así lo hizo. Les envió un pequeño manual con una introducción redactada por él de la cual M Semanal tiene copia. En ella el almirante se refiere a las amenazas de las balaceras entre sicarios, o entre criminales y fuerzas federales, y sugiere a la población evitar actividades que no sean estrictamente necesarias para que no se conviertan en una “estadística” más de la delincuencia. El almirante advierte también que las sugerencias que hace su comandancia no son “infalibles”. (FRAGMENTO).       Fuente informativa: Milenio.com    Fecha de publicacion: Martes 27-Julio-2010.

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